VERUSCHKA Poetry of a woman. (Emi 1971, reedición Right tempo, 2003)

 
 
 
 
 Nacida en 1939 en el seno de una de las más importantes familias alemanas perseguidas por los Nazis (quienes llegarían incluso a acabar con su padre, el Baron Steinort Von Lehdorff) a Vera Von Lehndorff podríamos calificarlo hoy, de alguna manera, como la proto-modelo.
 
Recién cumplidos los dieciocho Vera ingresa en la escuela de arte de Hamburgo. Unos años más tarde, en 1963, realiza un viaje a Italia para mejorar sus conocimientos de pintura. Por casualidad, en Florencia comienza una carrera de modelo de forma titubeante. Pronto aprende a emular a otras modelos de la escena de la moda como Christa Paffgen (más conocida como Nico) y consigue un pequeño papel en “La dolce vitta” de Fellini.
 Allí conoce a Denise Serrault (una de las musas de Helmut Newton) y se traslada junto a ella a París, donde no consigue triunfar. Un año más tarde, Eileen Ford la invita a Nueva York y le propone trabajar para su agencia de modelos, la más boyante y famosa del momento. Lo que hacía única a Vera en la época eran sus inusuales medidas, su altura (medía más de 1.80) y su atractivo único: un rostro anguloso y mirada felina que la hacia del todo excesiva para una época donde los cánones iban por caminos más dulcificados y, desde luego, menos señalados. Ya con Veruschka como nom de guerre confesaría; Mi cuerpo era Vogue y mi rostro era Elle, ¡resultaba obvio que no podía funcionar!

 El conjuro definitivo tuvo lugar cuando volvió a Italia y se construyó una nueva personalidad. Decide convertirse en Veruschka para enfatizar su exótico encanto de antepasados rusos. Adopta un look extraño; Siempre vestida de negro (lo que no se consideraba a la moda en aquellos tiempos) y se presenta a si misma como una chica de Europa del este, adoptando una manera de desfilar muy personal que se convirtió en su sello distintivo. Sería con esta nueva personalidad cuando comienza a tener éxito. En Roma conoce a Franco Rubartelli, para quién posa en innumerables sesiones y con quién, inevitablemente, inicia una relación. 

 

 La definitiva consagración de Veruschka viene tras el estreno de «Blow up» de Michelangelo Antonioni, quién un día, tras verla posar para David Montgomery le propone intervenir en la película. Acepta inmediatamente, pese a que mucha gente, incluido Rubartelli, se lo desaconseja.

 

 
 

  De hecho, tras el rodaje de “Blow up” su relación con Rubartelli se deteriora irremediablemente, principalmente debido a los celos del fotógrafo. Su affaire había durado casi cinco años (hasta principios de los 70) y ya estaba casi roto cuando este dirigiría «Veruschka» en 1971.

 
   Aunque a ella no le gusta el título (por dar la impresión de ser una película autobiográfica)  Rubartelli insiste y así permanece, aunque con el subtítulo de “Poetry of a woman». La película cuenta la historia de una modelo, inmersa en una conflictiva relación con su agente/amante Luigi, a quién intenta numerosas veces dejar para siempre terminar -pese a sentirse atrapada e indefensa- volviendo a él. Finalmente decide abandonarle. Para darle el último y definitivo adiós le pide que la lleve al aeropuerto. Por el camino, encuentran a un hombre vendiendo pájaros enjaulados; Veruschka compra uno e inmediatamente lo libera (el pájaro le recuerda a ella, a sus esperanzas y deseos, a su pérdida irremisible) dentro del auto. Luigi intenta atraparlo y provoca un terrible accidente.
  

 

Rodada a partir de un borrador endeble antes que de un verdadero guión, la película es una filmación de monólogos entre los dos amantes. Un bonito tour de forcé  de pura estética, inane y sin embargo cautivador, en el que prima el aspecto visual y la música que lo envuelve, un trip casi onanista dedicado por Rubartelli a ese espectro en forma de mujer que lo había seducido en un primer momento pero que ahora se muestra inalcanzable. Sin embargo es igualmente cierto que las imágenes tienen fuerza, son verdaderas fotografías en movimiento y también una introducción de lo que será la próxima pasión de Veruschka, la pintura corporal o body painting.
  La portada del Lp está tomada de una de las escenas en las que aparece Veruschka metamorfoseándose entre las piedras y la naturaleza, en la que solo un ojo avizor nos advierte de su verdadera condición. Una especie de crisálida lista para la mutación, un trasunto, para entendernos, avant la lettre de un Predator atractivísimo. Estas imágenes, combinadas con la perfección absoluta de la música de Ennio Morricone  le da carta de naturaleza a un videoclip de innegable aires psicodélicos.  Como resulta obvio la película no tendría ningún éxito y solo le proporcionaría ingentes deudas a Rubartelli, quién debido a ello emigró a Venezuela para evitar a los acreedores. Al mismo tiempo que toda relación con Veruschka termina abrupta y definitivamente.

 

 

Cuando se retira, poco después de la película, Vera/Verouschka ha aparecido en la portada de Vogue once veces. Siempre se consideró a si misma una maniquí, aunque no como el resto…tal vez también, quizás, una actriz frustrada que intentó interpretar distintos papeles en el teatro de la moda, evitando con denuedo y esfuerzo ser tan sólo una hermosa muñeca. Aunque retirada de la pasarela, de los flashes y de las revistas de moda, comenzó a posar de manera distinta, experimentando con la pintura corporal con Holger Trulzsch; Su cuerpo desnudo se convirtió en diferentes tipos de animales, flores, plantas, piedras… no sé si consecuencia de los excesos de hongos y los efluvios de Chanel.

 

 

 La experiencia visual y auditiva que conforman película y banda sonora es un fascinante e irrepetible viaje al mundo de los sentidos propio de una época que hoy nos puede parecer tan extraña como ingenua. El placer procurado por las imágenes resulta aún mayor cuando van acompañadas por otra -una más- lección de clase a cargo de Ennio Morricone. Algo tan sugerente como hipnótico. Ensoñadoras melodías decoradas por voces humanas a modo de instrumentos junto a pianos elegantes, cuerdas atonales, campanas y un aire de psicodelia progresiva sensual… Un onírico canto a la soledad y lo sobrenatural surcado de un lirismo arrebatador gracias a la enorme Edda dell Orso que le confiere un aura mágica. Ese aura por la que gravitan los deseos y que son, reconozcámoslo, mucho más acogedores que la rutinaria realidad que nos envuelve.

 

5 comentarios sobre “VERUSCHKA Poetry of a woman. (Emi 1971, reedición Right tempo, 2003)

  1. Hola, estoy intentando encontrar la forma de ver esta película y es imposible, en internet no hay rastro de ella, ni siquiera en las tiendas… no sabrás dónde puedo hacerme con una copia?
    Después de leer esta entrada, me resisto a darme por vencido.

    Un saludo.

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