Se me ha ocurrido subir esta lista. Casi una hora de canciones predispuestas al jolgorio y la diversión entre auto inculpaciones de presunta ludopatía (“… Yo nunca bebo ni fumo cigarrillos, me gasto el sueldo entero con el juegoy no sé ganar …”) y someras y lúcidas descripciones del paraíso (“… Es un casino donde sirve un chino, bailan el mambo, cantan rumba y samba, le dan al tango, cantos y bolero, también al rock …”).
Valor -mucho- y osadia -más aún- a cargo de Nelo para rebautizar como Surf a un Twist trufado de ¡pizzicato! y conseguir salir airoso -de hecho con nota- del empeño. El infalible titán Bruno Lomas con sus rockeros y la precisa y salvaje guitarra de Pipo Cortés. La apología del Hully Gully, de la Exótica y del Mambo aquí y allá. Chachachá adictivo, hasta provocar síndrome de abstinencia, cortesía de los Albinos o de Antoñito y sus Imperiales. Salvajadas de Screamin´Jay Hawkins con su revisión 60s del “I put a spell on you”, rugosa y salvaje donde antes hubo flema y locura. La redefinición de lo Cool chez Curtis Knightavant Hendrix al lado del epítome de lo pizpireto e irresistible gracias a Paul Anka o Nancy Holloway. Porque “… Noche en la ciudad -sábado-, gente que viene y que va -sábado-, tengo un billete de mil -sábado- y chica para salir…” se me antoja una de las reflexiones vitales más profundas que en este momento soy capaz de sostener.