SHARINE. «Sharine» (Columbia, 1975)

Charine Zaragozá (in arte Sharine) fue una joven filipina con una curiosa e interesante carrera musical en nuestro país. Llegada a España, tras conseguir el título de Miss Filipinas 1968, a principios de los años setenta, debuta como azafata-presentadora al lado de Victoria Vera en la primera temporada del  programa de Televisión Española Señoras y señores realizado por Valerio Lazarov y José María Quero en semanas alternas y al que se sumaran Maria José Cantudo y Ángela Carrasco

 Al poco de aterrizar en España conoce a Lucas Sainz, guitarra solista de Los Pekenikes y también de Taranto’shoy olvidado grupo fantasma con un solo Lp, el muy recomendable Opus Pi, (Guitarra, 1969)-  formado por Lucas Sainz e Ignacio Martin Sequeiros, procedentes de Los Pekenikes y por Joaquín Torres, Luis Baizán y José Luis González, los tres provenientes de Los Pasos. Su relación sentimental se consolida y aunque Lucas Sainz tiene su carrera musical medio abandonada al estar sumido en su otra gran pasión, el mundo del motor -disciplina en la que terminará siendo campeón de España de Rallies- fichan por el sello Columbia y ese mismo año ambos entran en el estudio para grabar sendos álbumes con la dirección musical del maestro José Luis Navarro.

  Cuatro sencillos se publican entre 1973 y 1975 a nombre de Sharine. Columbia decide llevar a cabo varias tretas publicitarias de dudoso efecto. La más extraña de todas será incluir varias de sus canciones en la banda sonora de Una chica y un señor, (L’amante adolescente, 1973) de Pedro Masó. Protagonizada por Ornella Muti y Sergio Fantoni, la película gira en torno a un affaire entre una joven cantante y un abogado maduro condenado al fracaso. La Mutti aparece en ella interpretando en playback las canciones, aunque lo que en realidad suena es la voz de Sharine. Jugada maestra, lo único que consiguen es llevar al equívoco a gran parte del potencial público, tanto sobre las presuntas aptitudes de Ornella como cantante y, lo que es peor, oscurecer por completo el lanzamiento discográfico de Sharine. 

  En 1975 se publica Sharine, el Lp en cuestión. Con canciones firmadas por Algueró / Guijarro, Lucas Sainz y la misma Sharine con Carlos de la Iglesia, los arreglos musicales corren a cargo de Augusto Algueró y Rafael Ferro. Este último parece ser el único que saca algún provecho. Escuchado hoy su trabajo, queda bastante clara su eficacia como entrenamiento para su futuro trabajo como arreglista y director musical de Julio Iglesias. 

  El disco en cuestión es un acertado ejercicio de música pop, de aire otoñal y melancólico, trufado con ese toque tan propio de la época que oscila entre la sofisticación de cartón piedra y la impostura más o menos inocente. Algo que hoy nos puede resultar, cuanto menos, curioso: Los arreglos son lujuriosos pero sin pasarse, algo así como desnudos con la ropa interior puesta. La temática quiere acercarse a planteamientos pseudo libidinosos, enmascarada entre dobles sentidos, pero el recato impuesto no llega a otear más allá de lo que la imaginación de cada uno pueda divisar. Es algo, como diría, más propio de la evocación de postal que de la sofisticación con la que fue concebida, pero que, con el paso del tiempo, ha devenido en la obra de un orfebre: Pop efectivo y eficaz de agradable resolución cuyos resultados se hacen patentes en canciones como Nadie, Vuelvo enseguida (imposible no pensar en Julio otra vez) o -¡Ese Moog!- en Lo que yo quiero. En cualquier caso, a poco que se tenga una mínima curiosidad y cierta -e inevitable- complicidad lo que sus surcos nos deparan son agradables instantes de placer no por inesperados menos efectivos.

   El Lp recoge sus cuatro sencillos y algún añadido más, pero -y esto es algo a lo que no le encuentro explicación- nos hurta la que quizás sea su mejor canción, Atrévete, (cara B de su segundo sencillo, Nadie / Atrévete, Columbia, 1974) firmada por Algueró / Guijarró, puro Brill Building límpido y saltarín con ecos a los Carpenters qué, en definitiva, acaba siendo su mejor canción.

LUCIFER & CO A.k.a. Gabriel Yared / Amen – Eden (Vogue, 1971)

Golosísimo single, del tipo de los que se quedan para siempre en nuestro subconsciente, firmado por Gabriel Yared (con la ayuda de George Costa y la colaboración de la voz soprano de Barbara Peters) y publicado bajo el seudónimo de Lucifer & Co por el sello Vogue.

 Nacido en Beirut y formado en Francia, Gabriel Yared tendría -tiene- una notable carrera musical como compositor, arreglista, productor y también intérprete (a duo con uno de los hermanos Costa). Enamorado de la música brasileña, arreglista de Mina (MinacantaLucio) y de la Françoise Hardy de la segunda mitad de los años setenta entre otras, terminaría consolidándose como compositor cinematográfico en Francia y en los USA.

En 1971, a la estela de otros episodios franceses del mismo tenor tales como L’Oeil de Bernadette, Organoboe de Paul Mille, Mid Summer Night de Manhattan Trio & les Sylvetes o C’ex de Philippe Nicaud, publicaría este sencillo bajo el nombre de Lucifer & Co. Envuelto en una hermosa y llamativa portada que de alguna manera anuncia lo que suena en su interior: Hedonismo puro y duro, la captura del momento entre Scat vocals juguetones y adictivos con el contrapunto de una voz soprano femenina que en vez de avasallar, acaricia. A su lado unos breaks de batería y unos vientos omnipresentes entreverados de Hammond, que logran una simbiosis casi perfecta y que provocan en este quien suscribe una irrefrenable sensación de joie de vivre. Algo, por decirlo en una sola palabra, arrebatador.